CAMBIO- Poema de Nahuel Carrizo

Cambio

Se amontonan miles de lunas en una esquina de mi espejo,

encegueciéndome,

y cientos de sombras se ocultan en mi voz,

agazapadas,

temblorosas,

inútiles.

En el cajón de mis recuerdos duermen la ironía y el desgano,

mientras se despiertan bostezando la alegría y el silencio,

la libertad y la magia.

Es cierto, el río corre y nos arrastra,

y las horas pasan con su rostro cansino y cabizbajo.

Es cierto, esquivo el golpe en mi pecho y la mirada al cielo,

las estrellas escapan de mi mente para guardarse en un sobre marrón,

rumbo a cualquier rincón desconocido y ajeno.

Es hora de que traigan la lluvia en un canasto de arco iris para corromper

la armadura,

herrumbrada ya de años de batallas.

Que me regalen ahora la luz envuelta en una canción de ayer,

para ver el mañana sin temor ni reparos.

Que se abra ante mi el camino a seguir, con su flores y sus tumbas,

con sus rectas silenciosas y sus trepadas agotadoras.

Basta de madrugadas de llanto apagado y culpa sepultada,

basta de excesos y abundancia de dioses,

de destilar el tiempo en mis labios húmedos.

Me regalo un amanecer con un cielo rosa y nubes blancas,

mientras los rayos de sol reviven mis pupilas cerradas.

Tal vez, sea ya el momento del cambio,

necesario,

urgente.

Tan sólo basta dar un paso al costado, abrir los ojos y no mirar,

sentir,

y que el flujo universal siga su curso en mí.

NAHUEL CARRIZO